NAVEGANDO LOS PILARES DE LA PLANEACIÓN PATRIMONIAL: ESTRATEGIAS PARA ASEGURAR EL FUTURO
La planeación patrimonial es un proceso crucial que permite la administración de nuestros activos, proteger a nuestros seres queridos, y asegurarnos de que nuestra voluntad se lleve a cabo, aún después de nuestro fallecimiento. Sin bien el tema puede parecer desalentador, especialmente en una primera aproximación, dividirlo en etapas sencillas puede volverlo más accesible. A continuación, explicaremos las estrategias más relevantes sobre planeación patrimonial.
Haz un inventario de tus bienes. El primer paso al aproximarse a la planeación patrimonial es tener claro los bienes que integran nuestro patrimonio, incluyendo:
- Bienes inmuebles
- Activos financieros (cuentas bancarias, inversiones, etc.)
- Bienes muebles (vehículos, joyas, artículos coleccionables o de valor sentimental, etc.)
- Acciones, partes sociales o participaciones en personas morales
- Pólizas de seguros de vida
- Afores o planes personales de retiro
Este inventario te permitirá tener una imagen clara sobre el valor de tu patrimonio, y te ayudará a determinar cómo dividir tu patrimonio.
Identificar a nuestros beneficiarios. Es importante decidir quiénes serán las personas que recibirán uno o varios bienes de nuestro patrimonio. Entre los beneficiarios más comunes se encuentran los cónyuges, parejas, hijos, hermanos, otros familiares, e incluso fundaciones y asociaciones civiles. Es necesario ser claros sobre cómo nos gustaría dividir nuestro patrimonio entre nuestros seres queridos.
Seleccionar un albacea. Elegir a una persona confiable para actuar como nuestro albacea. Esta persona será responsable de administrar nuestro patrimonio y asegurarse de que nuestra voluntad se lleve a cabo. En ocasiones puede ser conveniente discutir nuestra decisión con esta persona para asegurarnos que estén dispuestos a asumir esta responsabilidad.
Hacer un testamento. Un testamento es un acto jurídico otorgado ante notario público en el que se establece como se deben repartir nuestros bienes tras nuestro fallecimiento. También podemos designar tutores para hijos menores de edad.
Junto con el testamento, ante el notario podemos designar a una persona de nuestra confianza para ser nuestro tutor, y tomar decisiones en nuestro nombre en caso de que por cualquier causa caigamos en estado de interdicción.
Revisar beneficiarios bancarios. En caso de que contemos con cuentas bancarias, de inversiones, o de cualquier tipo en instituciones de crédito, es importante recordar que en los contratos que celebramos con estas instituciones nombramos beneficiarios que recibirán las cantidades que se tengan depositadas o invertidas en dichas instituciones tras nuestro fallecimiento.
Crear un fideicomiso (en caso de ser necesario). En caso de contar con activos complejos o que queramos establecer un control sobre cómo se manejan nuestros activos tras nuestro fallecimiento, sugerimos considerar la creación de un fideicomiso. Los fideicomisos nos permiten designar una institución de nuestra confianza para dictarle instrucciones precisas para el manejo y la eventual distribución de nuestro patrimonio.
Celebrar un documento de voluntad anticipada (dependiendo de la entidad federativa). En algunas entidades federativas de México, se permite que algunas personas con ciertos padecimientos puedan otorgar un documento en el que se manifieste, de manera libre e informada su intención de ser sometidas o no a medios, tratamientos o procedimientos con el único objeto de alargar la vida.
Designar apoderados. Escoger a una o varias personas de mucha confianza para que actúen como nuestros representantes para celebrar actos y realizar trámites en nuestro nombre, según nuestra movilidad pueda reducirse o trasladarnos pueda volverse complicado.
Revisar y actualizar regularmente. La planeación patrimonial es una tarea continua. Las circunstancias de la vida cambian constantemente, hay eventos relevantes en nuestras vidas y en las de nuestros familiares que podrían alterar nuestros planes, tales como matrimonios, divorcios, nacimientos y defunciones; así que es muy importante revisar nuestros planes constantemente y actualizarlo según sea necesario.
En conclusión…
La planeación patrimonial, más que una expresión de responsabilidad personal también es una consideración y un acto de amor hacia aquellos que nos importan. Con estas estrategias, podemos sentirnos más tranquilos sabiendo que nuestros deseos serán respetados y que nuestros seres queridos estarán protegidos.
Es muy importante revisar y actualizar regularmente nuestro plan patrimonial para reflejar cualquier cambio en nuestras vidas, como el nacimiento de hijos, un matrimonio, un divorcio, o la adquisición de nuevos activos. Asimismo, es importante consultar con profesionales en derecho patrimonial y sucesorio para asegurarnos de que nuestro plan sea válido conforme a las leyes vigentes.
Recuerda, la planeación patrimonial es un viaje continuo, no un destino. Con cada paso que damos en planeación patrimonial, podemos sentir la tranquilidad de saber que estamos construyendo un legado sólido y seguro para aquellos que nos importan. En InnovaLaw, estamos comprometidos a guiarte en cada etapa de este importante proceso, asegurándonos de que tu patrimonio y tus seres queridos estén protegidos hoy y en el futuro.